viernes, 14 de septiembre de 2007

Brisa

Tengo una perrita llamada Brisa que me regalaron hace diez meses cuando apenas era una cachorrita. Brisa significa mucho para mí, porque cuando me siento triste o tengo ganas de llorar, ella siempre esta ahí. Es una perrita muy juguetona y traviesa: cuando está feliz mueve su colita y siempre quiere darte besos; por ello considero a mi Brisa como una parte esencial en mi familia. Hace cuatro meses se enfermó, a tal grado que devolvía el estómago y no quería comer; lo bueno que una vecina nos recomendó a una veterinaria muy buena que gracias a Dios pudo salvarla. Anteriormente ya la habíamos llevado con otro veterinario y no nos dió esperanzas que sobreviviera. La quiero con toda mi alma y sin mi perrita nosé que haría.
Al principio mi mamá no la aceptaba, pero después la convencimos y terminó por quererla también. Lo único que no le gusta a mi mamá es que muerde las cosas pero de ahí en fuera todo está perfecto porque también antes se hacía del baño dentro de la casa y ahora ya entendió que se debe hacer afuera. ¡Te amo mi Brisa querida!

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